Cuando llega al taller un cuadro como este ya sabes que el resultado va a ser bueno y la restauración agradecida. En esta obra podemos apreciar una buena representación de la luz mediterránea.
La pintura presentaba un buen estado de conservación, sin ningún tipo de falta importante ni zona con mayor sequedad. El lienzo se encontraba en buenas condiciones sin destensados destacables que afectasen a las capas de pintura.
Su único deterioro era la oxidación y la suciedad del barniz que nos había dejado un cuadro oscuro donde no se apreciaban los detalles del fondo y los colores blancos con claridad.
El marco que acompañaba la obra tenía faltas reseñables en las esquinas inferiores que fue necesario reintegrar volumétrica y cromáticamente. También fue necesaria una limpieza a fondo de todas las ovas del marco.
El resultado: unos blancos sin amarilleamiento, unos colores más vivos y un aumento de la perspectiva.